Año 1 (parte2)
El fulanito abrió sus regalos justo después de comer, la verdad fue más la ansiedad por las abuelas y ver a su nieto jugar con los regalos que la curiosidad del propio chamaco. Fueron varios pero parece que los abuelos se pusieron de acuerdo o de plano las suplicas de Má por el tan solicitado juguete para el fulanito se escucharon por todos lados porque recibió dos veces el mismo regalo: un cochecito para que camine de la marca Chicco. Ahora el fulano y yo nos echamos unas carreritas por todo el pasillo cada quien son su correspondiente carrito...
Después de abrir todos lo regalos nos preparamos para apagar la velita del pastel. Má estuvo ensayando con el fulanito como un mes antes para que el día de su cumpleaños soplara con ganas. Eso implicó que el chamaco utilizara la nueva habilidad para todo y ahora le sopla a todos los focos que se le atraviesan en el camino, a las puertas, a la pelota que se le va bajo el sillón, a la estufa, etc...pero he de decir que no nos hizo quedar mal y apagó su velita a la primera! (la más orgullosa fue Má) seguido de aplausos y fiestas por parte de los presentes.
Con semejantes festejos el fulanito se la pasó pidiendo a cuanta persona se le pusiera enfrente que le prendiera la velita para soplarle de nuevo y esperar los aplausos correspondientes por llevar a cabo tan difícil actividad, así que puso a toda la familia a inflar los cachetes para soplar junto con él y recibir el reconocimiento correspondiente.
Ahora mi chamaquito ya tiene un año de vida, ya no tiene cara de bebé y da mucha lata, le gusta gritar, bañarse y untarse el jabón por todo el cuerpo, aventar cosas, guardar sus juguetes, soplar y apretar cuanto botón encuentra... a mi me gusta verlo y sentir que ahí la llevamos con un fulanito que tiene que estar bien...
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