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martes, 3 de mayo de 2011

Y tú…. ¿sabes lo que comes?

Desde que el fulanito llegó con nosotros Má se ha preocupado un chorro por cuidar lo que comemos así que procuramos consumir productos que sean lo más natural posible. Hace un par de semanas un amigo nos mandó por correo una Guía de transgénicos y consumo responsable realizada por Greenpeace que está buenísima. Los alimentos transgénicos son aquellos que han sido modificados genéticamente, esta manipulación consiste en agregar genes a la cadena de ADN a plantas y animales con la finalidad de cambiar o combinar características entre ellos ya sea para resistir enfermedades, herbicida o insecticidas, entre otros.

Esta nueva forma de producir alimentos ha creado una serie de posturas sobre su manejo y utilización tanto a favor como en contra, según Greenpeace, nadie garantiza que el consumo de alimentos transgénicos sea seguro para la salud tanto a mediano como a largo plazo, según citan en la guía el consumo de estos productos transgénicos pueden causar los siguientes efectos:

• La alteración o inestabilidad de los genes puede llevar a la producción de nuevas toxinas

• La nueva proteína producida por el gen externo puede provocar alergias

• Nuevos estudios sugieren que el consumo de transgénicos puede alterar la fertilidad de los consumidores (1)

Lo cierto es que esta tecnología pone sobre la mesa varios temas a discutir como lo son las valoraciones éticas, las consecuencias a la salud de los consumidores, la afectación a campesinos y pequeños productores, el marco legal en México para la venta de dichos productos y por supuesto la importancia de informar al consumidor sobre el contenido de cada alimento que se adquiere.

Si les interesa consumir productos libres transgénicos esta guía es muy útil y práctica ya que dependiendo del alimento que uno quiera comprar viene una lista de todas las marcas libres de este tipo de tecnología, además la mayoría son vendidos en todos los supermercados” .Al final viene una lista bastante completa de establecimientos en los cuales se pueden comprar productos orgánicos en todo el país. Vale mucho la pena comentar que la mayoría de los alimentos que vienen en esta guía son mexicanos, así que de paso apoyamos a los productores nacionales. La guía pueden bajarla en PDF de la siguiente liga: Y tú… ¿sabes lo que comes?

Si están interesados en descartar este tipo de alimentos, consideren que no está de más detenernos unos minutos a leer las etiquetas y buscar la leyenda: libre de grasas trans o transgénicos. Es un hecho que no podremos eliminar por completo los alimentos modificados genéticamente a menos que tengamos nuestra propia granjita, pero sí podemos disminuir su consumo y cuidar más lo que comemos practicando un consumo responsable.


(1) Y tú… ¿sabes lo que comes? Guía de transgénicos y consumo responsable (2011). 2ª edición. Greenpeace

viernes, 18 de marzo de 2011

Baile de “a cachetito”

Al fulanito le encanta bailar desde chiquitito, en el primer momento que pudo moverse lo ha hecho al ritmo de lo que sea y en lo que él le encuentra sentido como por ejemplo la lavadora, la licuadora e incluso el golpeteo rítmico de algún martillo. Todo es un buen pretexto para que el chamaco se mueva y sonría.

El fulanito cae de variedad con sus ocurrencias al bailar en los espacios en los que menos nos imaginamos. Hace un par de día andábamos en el súper y había mucha gente, como pueden imaginar todo el mundo andaba de malas, tomamos el turno correspondiente para comprar jamón y casualmente el fulanito tenia a cada lado a una señora ya mayor con muy mala cara. El chamaco volteo a ver a una, después vio a la otra y enseguida comenzó a mover la cadera de arriba hacia abajo mientras estaba sentado en su carriola, eso sí, imitando a las personas que tenía a su alrededor para no desentonar puso cara de serio. A las señoras les pareció tan chistoso que de plano el chamaco les robó una buena sonrisa.

Su abuela materna lo enseñó a bailar de “cachetito”. El fulanito agarra bien fuerte el dedo índice de la abuela y pega u chachete al de la abuela mientras brincotean escuchando música de mariachi. Fue tal el éxito que el fulanito sólo baila ese género musical con la abuela, no le gusta ningún otro para bailarlo así.

Pero el fin pasado que fuimos de visita con los abuelos el chamaco hizo sus solitos de baile. Los abuelos tienen la costumbre de poner en la tv los canales de música mientras comemos, así que el fulanito tomando ventaja de su papel como nieto consentido se la pasó exigiendo el canal de mariachi para bailar pero esta vez solito. Su versión de bailar es dar vueltas, de vez en vez echar el cuerpo de atrás hacia adelante una y otra vez, después corre y se avienta contra el sillón para comenzar de nuevo con las vueltas… es rico y lo disfruta mucho pero acaba muy mareado y casi cayéndose de cansancio y borrachito por las vueltas.

Y así ql chamaco baila viendo tv, con el celular, la lavadora, la licuadora, con el sonido de la carne cuando se fríe o nada más da vueltas mientras se ríe un montón. Má solo espera que el chamaco siga con esos ánimos de bailar por mucho tiempo para que sea su pareja de baile en las reuniones, yo espero que lo siga disfrutando como hasta ahora sin importarle mucho lo que le gente pueda pensar o decir.

sábado, 12 de marzo de 2011

Día para las abuelas

Siempre me ha gustado que el fulanito juegue y procure a sus cuatro abuelos. Creo que ha sido muy afortunado de contar con todos y tenerlos para que lo consientan harto. Los abuelos se desviven por él y hacen todo lo posible por tenerlo contento, juegan, le cantan, lo hacen reír y ni se diga de lo consentido que está este chamaco.

Así que además de que los visita los fines de semana, Má se ha organizado para que el viernes sea día de las abuelas así por la mañana visita a su abuela materna toda la mañana para que bailen, jueguen y toda la tarde ve a su abuela paterna para que anden jugando un buen rato. El fulanito disfruta muchísimo pero acaba muerto y duerme de corrido toda la noche en su cunita (últimamente el chamaco cree que nuestra cama es suya) y no se despierta para nada lo que nos da chance de descansar rico este día.

Este viernes anduvo de vago desde temprano. Primero salió a comprar nuevas mamilas con Má(sí, libres de BPA) y de ahí se fue a visitar a su abuela materna, aunque la verdad le emociona más ver al poncho, darle de comer y tirarle pelotas que cualquier otra cosa, pero la abuela es feliz con la visita del fulanito a su casa. Comen con ella para después salir corriendo a casa a esperar la visita de la abuela paterna.

Mi madre llega un poco más tarde y andan los dos de un lado para otro jugando, contando todo y describiendo los colores de cuanta cosa se les atraviesa, ven la tele y la abuela disfruta mucho dándole su mamila lo que le da tiempo libre a Má para que haga lo que quiera hacer y se consienta un poco, claro cuando no tiene que ir a la maestría.

Yo llego a casa ya un poco más tarde y nos quedamos un rato jugando con el chamaco en lo que su abuela se va a la comunidad. Es rico ver como se disfrutan y sobre todo darme cuenta de cómo mi madre se desvive por él. El fulanito es bien afortunado porque tiene un chorro de personas a su alrededor que lo quieren un montón y eso me da harto gusto.

martes, 8 de marzo de 2011

Un fin ajetreado

El fulanito tuvo un fin de semana agotador, empezando desde el viernes que visitó a su abuela materna y a su tío. Pero eso no es lo que lo cansa lo que lo agota es que anda detrás del Poncho (el schnauzer de Má que ahora está con los abuelos) y no para ni un segundo, no duerme la siesta, come a duras penas esperando ya el momento de bajarse de la silla para seguir dándole lata al perro. Así que acaba más que cansado e incluso se duerme antes y cuesta mucho trabajo despertarlo para que se tome la lechita nocturna, por lo que optamos por dejarlo descansar, eso sí a la 1 de la mañana el joven exigió la leche que no se tomó, después de harto tiempo de no hacerlo preparamos mamila en la madrugada.

El sábado el fulanito se levantó más o menos temprano y comenzó a dar lata desde cómo las 7 de la mañana a pesar de lo cansado que terminó el día anterior y a diferencia de otros días estuvo bien tranquilito viendo tele o jugando con sus juguetes. Ya por la tarde fuimos a visitar a los abuelos paternos mientras Má se fue a comer con sus amigas. La salida estuvo muy bien y el chamaco se quedó jugando con los abuelos hasta las 8 de la noche…tampoco paró y anduvo de un lado para otro.

El domingo nos fuimos a conocer a la bebé de una amiga, estudié con ella en la universidad y llevamos una buena amistad así que nos lanzamos hasta Lomas verdes para visitarla. Salimos relativamente temprano de la casa y a pesar del tráfico estuvimos con la familia toda la tarde. Los nuevos Papás andan felices de la vida y los abuelos…ni se diga! El fulanito se portó bien con la nueva chamaquita pero es un celosos de lo pior y no le gustó mucho que su Má la cargara. Pero esto no fue lo que emocionó al fulanito, lo que llamó su atención fue un perro gran danés que tienen en casa, el cachorro de 5 meses esta enorme y el chamaco andaba feliz de la vida de un lado para otro tratando de llamar su atención. El perro estaba fuera porque al parecer le dio alergia a la bebé, pero eso no fue impedimento y el fulanito se asomaba por la puerta cada vez que podía, le gritaba e incluso salía corriendo todo emocionado cuando el perro lo veía.

Ya para rematar nos fuimos a visitar a los abuelos maternos porque el abuelo no había visto a su nieto y este tuvo su tercer o cuarto aire del día y se puso a bailar, a correr, a lanzar pelotas y a perseguir al poncho por todos lados…ufff no se cansa!! Es impresionante que pueda seguir y seguir y seguir…eso sí, no más llegó a casa a tomarse su leche y el fulanito se apagó para cargar pilas de nuevo…

lunes, 14 de febrero de 2011

Gua gua…allá…

El fulanito, Má y yo nos fuimos a la playa. No sabía cómo iba a reaccionar el chamaco con la arena, el ruido del mar y tanta agua. En principio se portó re-bien en el avión, se fue dormido casi todo el tiempo. Al llegar a nuestro destino le pusimos su traje de baño y nos enfilamos hacia la playa.

Cuando llegamos y lo quise dejar sobre la arena nomás no se dejó, el fulanito encogió los pies y ni siquiera me dio oportunidad de bajarlo; pero cuando vio el mar fue bien bonito porque el chamaquito se emocionó todo al ver tanta agua que ni siquiera el ruido y el aire lo intimidó. Al bajarlo no se acordó de la arena y de plano se echó a caminar hacia el mar mientras nos miraba con los ojos bien abiertos, llenos de brillo y pegaba de grititos.

Había tanto por ver, niños jugando, el mar, aves volando por encima de él…el fulanito se volvía loco y no sabía que atender primero, todo robaba su atención mientras se llenaba de felicidad. Toda esa explosión de emociones me hicieron el viaje desde el primer día, el fulanito estaba feliz, se sentía feliz y no tenía ningún problema con hacérselo saber al mundo.

Durante todo este día anduvo como loco: corría, gritaba, agarraba todo, como que la emoción le aguantó tanto tiempo que cualquier cosa le producía alegría. Mientras comíamos el chamaco bailó al ritmo de la música, mordió la lata de refresco, aventó la cabeza de atrás hacia adelante, chupó el plato tratando de agarrar un pedazo de comida… hizo un chorro de cosas que no había visto antes y sólo dejaban entrever que sentía el ánimo de las vacaciones, que andaba contento y muy a gusto con la idea.

Los días siguientes el chamaco no dejo de estar en contacto con el agua, cuando la veía sonreía y entre dientes decía muy fuerte “gua gua, allá…” mientras señalaba… eso indicaba que TENIAMOS que ir y estar ahí un buen rato. Lo complicado fue siempre la sacada, el fulanito no quería irse ni aunque tuviera frío así que nos tuvimos que chutar unos buenos berrinches.

Entre las cosas que el fulanito disfrutó de las vacaciones fue el poder estar descalzo, todo el tiempo se quitó los zapatos y caminó sintiendo las texturas del piso y el agua, tomó y comió lo que quiso y como lo quiso, se mojó con y sin ropa y durmió a la hora que quiso y donde quiso, no hubo ley que se lo impidiera. El problema ahora es que él sigue en modalidad vacación y pretende andar sin ropa por todos lados así que comienza a quitarse zapatos, luego los calcetines y después se jala la playera pidiendo que se la quitemos sin importarle mucho en donde se encuentre.

El chamaquito disfruto harto estos días y yo junto con él porque en principio nunca había estado tanto tiempo con el fulanito como lo estuve esta semana. Me gustó ver el mundo a través de sus ojos y sentir su felicidad.

miércoles, 19 de enero de 2011


El fulanito, Má y yo nos iremos pronto de vacaciones, tenemos ganas de llevarlo nuevamente a la playa, creo que ahora disfrutará mucho más el mar, la arena y el solecito. Sin embargo tenemos que ser bien cuidadosos con el fulanito ya que es muy fácil que pueda sufrir quemaduras por el sol o deshidratación. Aquí les dejamos una lista de cosas que considero necesarias, cualquier idea para enriquecerla es bienvenida!

1. Bloqueador solar hipoalergénico para bebé. El pediatra nos recomendó utilizar bloqueador del 60 o superior, con protección UVA y UVB. Se debe aplicar de 20 a 30 minutos antes de salir y volver a ponérselo cada dos horas y después de nadar. Los productos en aerosol son una buena opción, porque no hay que untarlos y s eponen más rápido. Es importante estar al pendiente entre las 12 y las 4 pm aprox, que es cuando el sol pega más duro, así que no dejen de ponerles bloqueador todo el tiempo para evitar quemaduras.

2. Ropita fresca. Nos pasó que la primera vez que llevamos al fulanito a la playa toda su ropita de algodón era muy calurosa para él, así que es necesario llevarle playeritas sin mangas y shorts para que anden frescos y no se pongan molestos por el calor, siempre procurando protegerlos del sol ya sea con bloqueador solar o evitar exponerlos en las horas en que el sol pega más fuerte.

3. Traje de baño y sandalias. Yo no sabía pero quesque trajecitos para natación que proporcionan protección UV, prometo buscarlos y en caso de encontrarlos veremos que tan bien funcionan. Si el chamaquito(a) ya camina unas sandalias serán básicas para evitar que se resbale y en casos más extremos, se le pegue por ahí alguna cosa rara.

4. Gorra para el sol. Básica si salen a caminar aunque sea un ratito por la playa o por cualquier otro lado. Incluso en algunos sitios en Internet recomiendan también el uso de gafas para el sol, nosotros no lo hemos hecho pero creo que podemos considerarlo.

5. Pañales de natación. La mayoría de las albercas tienen reglas que piden que los bebés usen pañales especiales para meterse a nadar. Hoy en día hay en el mercado varias marcas y todos aguantan muy bien.

6. Alimentos preferidos. Si salen muchos días seguramente el chamaco extrañará algunos alimentos, nosotros por ejemplo cargamos con leche y cereal siempre, llegando a nuestro destino compramos yogurt, así el fulanito sigue comiendo lo que le gusta y no consume todo el tiempo comida en restaurantes.

7. Batitas de algodón o una buena toalla. Má y siempre procuramos llevar su toalla o batita para cuando salimos de la alberca con el fulanito. Así no usamos las toallas rasposas de los hoteles y el chamaco se siente cómodo con su batita en lo que se seca o lo cambiamos. Por ahí hay unas toallas tipo “poncho” que son harto prácticas.

8. Juguetes. Son siempre una necesidad. Para el camino, el avión, la alberca, al menos el fulanito no puede estar sin sus juguetes y a nosotros nos salvan de que el chamaco se aburra . Los salvavidas y flotis son básicos, pero siempre bajo supervisión de un adulto.

9. Electrolitos orales. La hidratación es bien importante, así que el pediatra nos recomendó darle de cualquier marca que nos acomode, es necesario ofrecérselos todo el día para evitar deshidratación.

10. Cortina protectora para el coche o parasol. Si viajas en carro es necesario cubrirlo del sol, estas persianas son muy útiles incluso en la ciudad.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Agenda llena

El fin de semana fueron días de mucho ajetreo para todos, pero más para el fulanito quien tuvo agenda llena. El sábado por la mañana mientras Má se fue a la universidad, el fulanito, sus abuelos y su tío salimos toda la mañana a ver unas cosas que queríamos comprar así que el fulanito anduvo de un lado para otro viendo cosas nuevas y coqueteando con las señoritas que nos atendieron. De plano mientras yo veía unas cosas con mi padre una demostradora se lo llevó así que su tío anduvo tras de ellos cuidando al chamaco. El fulanito les platicaba, señalaba y las mujeres quedaron encantadas, hasta fotos le sacaron! Lo malo fue que no conseguimos descuentos de nada ¡

Ya por la tarde esperamos a sus abuelos maternos para irnos a festejar a su bisabuela, quien cumplió 80 años, así que la festejamos en grande con toda la familia y hasta mariachi le llevaron, el fulanito no bailó con ellos pero si estuvo bien atento durante todo el “chow”. Eso sí, el chamaquito se dio vuelo jugando con dos de sus primos que aunque son más grandes que él no perdió oportunidad de perseguirlos y divertirse un buen rato.

Lo que estuvo padrísimo fue el descubrimiento del pasto por parte del fulanito, antes le picaba y no quería no sentarse pero este fin de semana, mientras sus primos corrían el chamaco se daba unos momentos para tocarlo, sonreír y después arrancarlo para guardarlo en un vaso que llevaba. El fulanito descubre, cada vez de manera diferente, la cantidad de cosas que lo rodean y es riquísimo que nos comparta la admiración y sorpresa que le causan esos descubrimientos.

Regresando a nuestra apretada agenda, ya por la noche llegaron a casa varios cuates para compartir un rato ya que la semana pasada hice mi examen de grado y por fin termine ciclo en la maestría, pero quien se llevó la noche de nuevo fue el fulanito. No sólo andaba con cuanta chava llegó, sino que además se la pasó de un lado para otro compartiéndole sus juguetes, echándose carcajada. Má y yo anduvimos también de un lado para otro así que de repente pedíamos ayuda con el fulanito mientras sacábamos cosas o servíamos algo, lo chistoso del asunto es que quien cuidaba al fulanito de repente se olvidaba que estaba ahí y lo dejaban hacer y deshacer y el chamaquito se aprovecho!

Y así hizo su propia fiesta en la mesa de las botanas. Sacaba las papas de un lado a otro o la echaba en el vaso más cercano, mezclaba los cacahuates enchilados con los salados y los revolvía bien bien con ambas manos, después se tallaba los ojos con las manos llenas de chile por los cacahuates, después de que se le pasaba el ardor de los cacahuates regresaba a darle en la boca papas a quien estuviera a su lado todo esto mientras platicaba … y así anduvo el chamaco en su fiesta privada. La loquera le duró hasta la 1 de la mañana que de plano Má se metió a dormirlo a como diera lugar porque ya andaba como borrachito impertinente por el sueño.

Al día siguiente tuvimos fiesta infantil, los hijos de mi primo cumplieron años y como viven en Mérida vienen aquí a festejarlo con toda la familia, así que los tres con todo y la cruda anduvimos en la fiesta de niños de un lado para otros hablando de chamacos mientras las niñas más pequeñas querían jugar con el fulanito como si fuera su muñeco, querían darle de comer y su mamila por lo que estaba esperando su turno para hacerlo…

De plano nos regresamos temprano a hacer super y descansar. El fulanito acabó rendido y durmió harto temprano después del buen ajetreo que nos echamos el fin de semana.

jueves, 2 de diciembre de 2010

¿dónde anda fulanito?

Al fulanito le gusta muchísimo la pecera de su tío materno, le llama la atención la luz y los colores, tanto que de plano no se despega de ahí. Mientras está paradito viéndolos les baila, les habla y cuando la emoción le gana le da unos buenos manotazos a la pecera acabando así con la tranquilidad de los dos pobres peces que se mueven para todos lados tratando de evitar las vibraciones.

Pues ayer estábamos en casa de mi mamá poniéndonos las dos al día con los chismes de todo tipo mientras el fulanito se quedó muy tranquilo jugando con el Poncho en uno de los cuartos. Salí un momento para terminar de darle el chisme completo a mi madre sobre algo y vi como el fulanito gateó al cuarto de al lado para ir a ver la pecera. Al terminar de dar mi parte correspondiente fui a buscar a mi chamaco y no lo encontré junto a la pecera como esperaba, entonces me regresé con el poncho y tampoco lo encontré…creí que a lo mejor se podía haber metido en el cuarto de mis padres y me enfilé hacia allá…¡y nada! Tampoco estaba ahí.

Aquí comprobé lo rápido que trabaja nuestra mente, porque pensé todo al mismo tiempo: me reproché por haberlo dejado unos minuto, creí que a lo mejor no había buscado bien, pensé en los lugares en los que podría haberse metido jugando a las escondidas, mientras el corazón me saltaba pensando que podría haberse atorado en algún lado, a la vez tratada de calmarme para seguir pensando en donde buscar, mi reacción fue andar de un lado a otro llamándolo esperando su respuesta y trataba de estar tranquila mientras me seguía reprochando.

Después volví a recorrer los cuartos pero esta vez me metí decidida a encontrarlo a como diera lugar buscando hasta por debajo de las camas, era absurdo que se me perdiera en un departamento tan pequeño pero los niños se meten en los lugares menos esperados. Entré el cuarto con el poncho y nada, me metí al cuarto de la pecera caminé un par de pasos y en eso escuché una risita explotadora con un gritito de felicidad…el chamaco este andaba moviéndole a la válvula del oxigeno de los peces, pero como sabe perfecto que esa travesura está prohibida por la abuela, se metió en la esquina del cuarto bien pegado a la pared sin hacer ruido, el lugar perfecto porque la pecera lo tapa y es imposible verlo.

Al final me dio tanta risa de tan solo imaginármelo ahí paradito, quietecito todo en silencio disfrutando la movida del cierre del oxigeno a los peces y esperando no ser descubierto … lo abracé fuerte mientras él seguía riéndo y disfrutando su travesura.

Pues así viví la primera experiencia de muchas escondidas que vendrán de este chamaco… Mi corazón descansó pero también me di cuenta de lo paranoicas que podemos ser las mamás en estos casos, sin duda el fulanito disfrutó mucho y yo anduve como loca unos minutitos buscándolo por todos lados como dice mi madre: con el alma en un hilo…

martes, 30 de noviembre de 2010

Probando probando…

Pá salió de viaje durante toda esta semana, anda en Guadalajara de un lado para otro prácticamente sin salir del hotel, pero eso sí, por ubicación geográfica ya nos contó que anda echándose sus tequilitas.

Así que ahora me tocará a mi escribir un par de cosa por acá. Les cuento, que influenciados por Pá y su afición al uso de la tecnología, anoche el fulanito y yo tuvimos nuestra primera videollamada con él. Pensé que sería más sencillo pero el fulanito no se queda quieto ni un segundo y le encanta estarle apachurrando las teclas de la computadora, así que al principio mientras le media al teclado pudo estar tranquilo frente a la maquina mientras Pá y yo hablábamos, pero nomás nos distrajimos un poquito y el fulanito comenzó a moverle a todo, tengo que decirles que el chamaco goza de una particular fascinación por apachurrar las teclas aunque también le gusta poner su dedito en el mouse pad y moverlo sólo que los cambios en la pantalla nos los percibe de igual manera y prefiere regresar a apachurrar las teclas.

Y pues así medio hablamos con Pá, mientras él nos contaba cómo le fue en sus presentaciones del día, fulanito gritaba exigiendo alcanzar la computadora. Para que Pá pudiera verlo lo deje jugar un rato, pero cuando de plano me abrió cantidad de ventas tuve que alejarlo… y aquí vino lo bueno, el fulanito se lució y se puso a hacer berrinche: se tiró al piso, pataleó y manoteó…

Después de semejante escena y del regaño correspondiente hecho a distancia, el fulanito decidió no pelarnos y de plano se fue a jugar con sus juguetes a mi me interesaba que hablara con Pá o al menos que lo escuchará así que me fui a su cuarto, puse la compu en el librero y medio lo distraje para que se asomara y la cámara pudiera tomarlo…nosotros no pudimos ver a Pá, pero él si nos vio (y con una definición pésima, según dijo como buen critico de las tecnología) al fulanito.

Al final nuestra “videoconferencia” fue un éxito, algo atropellada, con uno que otro llanto por ahí pero al final fulanito se puso a contar quiensabe que tanta cosa durante un ratito. Mientras yo me ponía al corriente con Pá podíamos escuchar al fulanito por atrás diciendo papapapapapapa o su blable bli o de plano gritando a todo lo que da para pedir algún juguete. Ah los ruidos del bebe en casa son una maravilla….

También pensé, cuando era niña me imaginaba en que llegara el momento de hablar por teléfono y ver a la otra persona como si fuera una tele…(jaja mi explicación de viejita) y ahora un par de años después lo estoy haciendo con mi fulanito en brazos para compartir un rato con Pá que anda lejos…¿qué le tocará ver al fulanito en unos años , autos volando como le dice el abuelo paterno?

Esperamos que Pá regrese pronto, es raro no tenerlo en casa y se que fulanito lo extraña, lo al señala en cuanta foto se le cruza o de plano lo busca en el álbum de fotos, también extraño harto su ayuda para cuidar chamaco…

miércoles, 24 de noviembre de 2010

El fulanito y poncho…

El domingo estuvimos con los abuelos maternos del fulanito. Al chamaquito le encanta ir porque juega con “el poncho” un schnauzer que fue de su Má y cuando nos fuimos a vivir juntos se quedó con sus papás, o más bien no nos lo dejaron traer porque es como un hijo más para ellos e incluso los abuelos dicen que poncho es el primer nieto…o sea es como el hermano del fulanito.

Desde que el chamaquito estaba en la panza de su Má, el poncho se acostaba junto a ella y era bien cuidadoso de no aplastarla, tenemos la teoría de que desde entonces cuidaba, olía y escuchaba al fulanito así que cuando nació no le fue indiferente y buscaba acostarse junto a él para darse sus “toques de bebé”: metía la cabeza bajo la cobija del fulanito y se queda dormido junto a él mientras se daba sus toques de olor…

Al poncho nunca le gustaron los niños, alguna vez que lo llevamos a la playa unos cuatro escuincles lo agarraron cada uno de las patitas y lo mecían, desde entonces pocas veces dejaba que se le acercaran. Contrario a lo que muchos pueden pensar el poncho tiene toda paciencia del mundo con el fulanito y hasta deja que le jale las orejas. Nosotros le tenemos toda la confianza del mundo, eso sí, estamos enseñándole al chamaco que respete cuando come y duerme, es importante que el fulanito también le de su espacio.

Este fulanito se pone como loco cuando lo ve. Según él lo imita y hace un ruidito bien agudo simulando el ladrido que le da el poncho justo cuando lo recibe en casa. Y entonces comienza la aventura para el poncho, no tanto para el fulanito que no deja de andar tras de él. El chamaquito gatea, camina, se agarra de los muebles o ve como le hace pero no deja de andar tras el pobre perro, cuando lo alcanza le gusta darle palmaditas en el lomo pero la mayoría de las veces la ansiedad le gana y esas palmaditas se convierten en buenos trancacitos que obligan al poncho a huir a donde el chamaco no lo alcanza: a la cama de los abuelos.

Al poncho le gusta mucho tomar el sol en su camita, y es justo aquí cuando el fulanito aprovecha la oportunidad y se va a acostar con él, ahí están los dos haciéndose cariñitos mientras toman el sol. Es padrísimo ver como el fulanito disfruta estar con poncho, la cara se le ilumina y tiene una sonrisa de oreja a oreja, lo abraza, lo persigue, le grita, le jala las orejas y hasta le da sus huesitos en la boca para que se los coma…le da besitos y varios abrazos. También hace mucho ejercicio porque no para un minuto y se la pasa persiguiéndolo así que es seguro que el día en que el fulanito visita a sus abuelos caerá rendido y dormirá de corrido toda la noche.

Hemos leído sobre las ventajas de tener una mascota en casa, esto ayuda un chorro a los niños. Unas de las ventajas son:

-Una mascota ayuda en la madurez, fomenta la disciplina, organización y la paciencia del niño porque le enseña el valor de adquirir un compromiso al aprender a no molestarlo mientras come o duerme, a limpiar la caja o el plato de la comida y a tratarlo con cuidado. Es indispensable la ayuda de sus padres al informarlo sobre los cuidados que necesita.

-El cuidado de otro ser le enseña a comprender las necesidades de los demás por lo que en su relación con la mascota, los chamacos tienen la posibilidad de expresar sus sentimientos y desarrollar empatía.
- Las mascotas ayudan a que los chamaquitos pierdan el miedo a caminar, es común que el niño se suelte y dé sus primeros pasos al intentar alcanzar a la mascota de la familia.

-El desarrollo motriz se produce rápidamente cuando hay un animal en la casa. Jugar con el perro por ejemplo, implica la incorporación de movimientos motrices como agarrar y tirar una pelota, correr o saltar.

-Criar un animalito ofrece también la posibilidad de aprender sobre el nacimiento, el desarrollo y la muerte.
-
Las mascotas satisfacen el deseo de independencia y de apoyo de los más pequeños.

-El chamaquito aprenderá a ofrecer ayuda y protección a su animal.

- El relacionarse con un animal que ladra y gruñe, en lugar de hablar, constituye una forma de asimilar las reglas de la comunicación no verbal y desarrolla la capacidad de intuición en los niños.

Según esto, los biólogos Miho Nagasawa y Takefumi Kikusui, de la Universidad de Azuba de Japón, sostienen que “al jugar con sus mascotas las personas sufren en su interior un estallido de una hormona asociada con el instinto maternal, el enamoramiento y el placer. Se trata de la oxitocina, conocida también como la "droga del amor", que disminuye el estrés, combate la depresión e influye en la construcción de la confianza entre las personas

O sea que como quiera que lo veamos, el fulanito es feliz cuando convive con el poncho…estamos esperando a que crezca un poquito más y considerar la llegada de hermanito(a) para considerar en regalarle un perrito, estoy seguro lo disfrutará mucho…

Fuentes

Beneficios de la relación entre niños y mascotas:

http://www.suite101.net/content/los-nios-y-las-mascotas-a2440#ixzz16DJ1Wbka

http://www.cosasdebebes.com/ventajas-de-las-mascotas-para-los-ninos/

http://www.mascotas.org/mascotas/las_mascotas_y_los_ninos.html

jueves, 5 de agosto de 2010

Los abuelos…

Como ya lo he comentado en otras ocasiones, creo que el fulanito es un niño muy afortunado por tener a sus cuatro abuelos, además los cuatro están vueltos locos y bien al pendiente de él, lo consienten demasiado y siempre están preguntando por las cosas nuevas que hace el fulanito, por los partes médicos y por supuesto están esperando para disfrutar de la compañía de su primer nieto.

Sí, el fulanito es el primero de ambos lados, tanto Má como yo somos los hermanos mayores y nuestro chamaquito es ya el nieto mayor, por lo que ahora la atención, mimos y regalos son todos para el chamaquito, quien ya sabe bien que los abuelos lo consecuentan y apapachan a más no poder, así que perfecto sabe que las travesuras que en casa están prohibidas con los abuelos es territorio libre para hacer y deshacer.

Creo que el papel de los abuelos en la vida del fulanito es bien importante por varias razones, no sólo porque puede convivir con ellos y ser apapachado, sino que la experiencia, consejos y sabiduría que cada uno de los abuelos guarda por su historia de vida el fulanito podrá aprovecharla para crecer y aprender de ellos.

Tenemos que tomar en cuenta que el abuelo y la abuela representan el tronco verdadero de la familia, ya que son el símbolo de la identidad familiar y quienes guardan las historias familiares que muchas veces no conocemos más que a través de ellos. Muchas veces nos enteramos de alguna anécdota cuando los abuelos les cuentan a sus nietos o sale en alguna plática donde toda la familia está reunida, es decir, mis papás y los papás de Má le transmitirán al fulanito todo ese el bagaje cultural familiar que ayudará a reafirmar los valores que nosotros le inculcamos.

Además, considero que mis padres han sido unos excelentes papás, por lo que estoy seguro que sabrán darle una buena educación al fulanito pero corregida y aumentada, lo que ya echaron a perder conmigo seguro lo podrán corregir con su nieto, claro, cuidamos mucho el que exista una coherencia con lo que le enseñamos al fulanito y lo que los abuelos de dicen para que el chamaco no se confunda.

El fulanito está bien contento con los abuelos y estos andan más que vueltos locos con él, mi chamaquito ya los identifica re-bien y disfruta de los apapachos y risas que comparte con cada uno. A mi me da mucha felicidad ver que mi chamaco disfruta esa parte con mi papás y con los papás de su Má.