m'ijo, el fulanito

Halloween del fulanito

El fulanito se adelantó al Halloween y día de muertos y desde el sábado anduvo con disfraz causando sensación. Ese día nos fuimos comer con mi papá a Plaza Universidad.

En esta época ya pocas personas dan algo, así que se nos hizo buena puntada que el fulanito no pidiera calaverita si no que más bien él diera un par de paletas a nuestros vecinos aprovechando que nuestro chamaquito ya trae programado el chip el ser compartido y no le cuesta nada de trabajo dar de lo que come o prestar sus juguetes. Así que el sábado anduvo regalando paletas en toda la plaza disfrazado de calaca…

Má y yo pudimos ver de todo tipo de reacciones, desde aquellas personas que no pelaron al fulanito mientras el chamaco iba tras de ellos con su paleta en la mano, hasta las señoras y señores que quedaron muy agradecidos por el detalle y se pusieron a platicar con el chamaco, porque no sólo les daba paleta, también les contaba no sé qué tanta cosa. En este tiempo ya es difícil que alguien se alegre por cosas tan sencillas en la vida…pero el fulanito anduvo regalando por ahí paletas y una que otra sonrisa, por fortuna sí hubo quien le aceptara y correspondiera el detalle.

No faltó quien nos lo chuleara harto y es que la verdad se veía re-guapo disfrazado y todo contento con paleta en mano sonriéndole a todo el mundo… siendo feliz no más porque sí. Incluso una señora de plano nos alcanzo tan sólo para decirme “su hijo está precioso”…y pos sí, yo lo andaba presumiendo por todos lados.

El domingo nos tocó comida con la familia de Má, el fulanito llegó disfrazado otra vez y se puso a regalar más paletas. La mayoría de las personas que estaba ahí eran mujeres, así que imaginarán el escandalo mientras todas chuleaban al fulanito, lo cargaba una, se lo peleaba otra, la bisabuela lo chuleaba y a la vez regañaba a Má porquiensabeque cosa, mientras otra tía nos decía que le pusiéramos su pulsera roja, Má presumía las nuevas gracias del fulanito y la abuela le hacía segunda mientras otra tía le daba lata al chamaco...uff el fulanito acabó más que agotado con tanto ajetreo y ruido…

Además el fulanito festejó porquiensabe que vez su cumpleaños porque lo pusieron a soplarle a una velita que le sacaron mientras tooodas le celebraban mucho su gracia…nunca supimos porque pero a la bisabuela, abuela y tías les fascina verlo apagar una velita así que el fulanito complació a todas soplándole cantidad de veces en medio de cantadas de mañanitas, gritos y aplausos.

Sí, acabó agotado sin contar que el cambio de horario también lo destanteó un poco respecto a comidas y siestas…pero fue un buen fin de semana, supongo que estos dos días el chamaco seguirá usando su disfraz y ahora sí iremos a tocar puertas de nuestros vecinos para “darles su calaverita”