El fulanito va a la escuela
El fulanito empieza ya su tercera semana en la escuela y he de decir que más que contento entra resignado a clases. No se nos deja de hacer chiquito el corazón al verlo sollozar cuando se va y es más por sentir que mi chamaco puede sufrir en un lugar con gente y una rutina desconocida, pero más que nada me puede que el fulanito crea que su Má y yo lo estamos abandonando. Y sí, es una visión algo pesimista pero sin duda es la sensación que el fulanito tuvo durante estos días que lloró un poco a la entrada del colegio.
He de decir que el dichoso periodo de adaptación ha sido muy sufrido por todos en casa, no tanto como el fulanito pero el verlo hacer puchero cuando entra a la escuela nos hace el corazón bien chiquito mientras mi chamaco se adapta a un nuevo espacio con personas y rutinas bien diferentes a las que realizaba entre semana antes de entrar al maternal.
Sabíamos que iba a ser un poquito complicado pero la verdad no supe que tanto hasta que lo vivimos. Má y yo hemos buscado maneras de ayudar a que el fulanito se adapte pero a pesar de todo lo único y más importante de todo ha sido entender que es un proceso el fulanito tendrá que vivir, claro con nuestro apoyo, pero que tiene que transitar de alguna manera y esperamos que sea la mejor: el sentirse acompañado.
A mi chamaco se la ha complicado más de la cuenta porque anda bien chipil por el embarazo y sólo quiere estar con su Má y conmigo, además nos dimos cuenta que le está saliendo otro diente y eso lo hace ponerse más chipil aún (sí…más chipil y geniudo!) sin contar con las empachadas de baba, la diarrea y las pocas ganas de comer…al pobre se la ha juntado todo.
Lo importante es que estamos convencidos de que es lo mejor para el chamaco y seguimos con el proceso mientras lo apoyamos de todas las formas posibles. Má y yo estamos seguros que al pasar este periodo de adaptación el chamaco disfrutará mucho la escuela, ya que gran parte de nuestra decisión de llevarlo fue tomada porque se aburría mucho en casa y no podía aprender solamente lo que “Dora” y las “Mascotas Maravilla” les enseñaban mientras veía la tele. Además gracias a ese aburrimiento el chamaco ponía de cabeza la casa y no más se la pasaba inventado travesuras…mientras nos hacía ver una gran necesidad por aprender un chorro de cosas y querer jugar con niños de su edad.
Nuestra experiencia para acompañar al fulanito en el proceso de adaptación a la escuela la puedo resumir en un par de puntos, que quiero compartirles por si están en el mismo asunto:
- En principio transmitirle buenos sentimientos sobre el ir a la escuela para que sepa que es un lugar en el que puede jugar aprender y convivir con chamaquitos de su edad
- Integrarlo de manera gradual a su nueva rutina
- Siempre animarlo y preguntarle cómo le fue y que es lo que hizo
- Involucrarlo en la preparación del lunch
- Todo el tiempo estar tranquilos para apapacharlo si lo necesita y darle seguridad
- Decirle que siempre vamos a regresar por él (a nosotros nos ha funcionado el decirle que regresamos después de su clase de canto o estimulación, que es justo la que le dan antes de la salida)
- Estar al pendiente de como es su desempeño en la escuela y con base en ello decidir si se le aumentan horas o disminuyen para que su adaptación sea mucho mejor
- Y si nomás el asunto no cambia, primero estar bien convencidos en casa de que es lo mejor para su chamaquito, después apechugar los sentires, tener mucha paciencia y apapachos para nuestros hijos ya que estarán más sensibles que de costumbre
- Esperar y apoyar, recordemos que cada chamaco vive el proceso a su paso y a su manera y tiempo
Seguiremos con los reportes para contarles como le (nos) va en este asunto.
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