El parte médico
El fulanito anda mejor. El viernes Má habló con el pediatra y le dijo que pensáramos en la posibilidad de que el fulanito tuviese faringitis ya generalmente los dientes no dan tanta lata. A nosotros nos pareció un poco drástico el asunto porque el chamaquito nunca presentó ningún otro síntoma como fiebre, pero decidimos darle la medicina y de esta manera atacar dos problemas de una vez: por si acaso el reporte médico era acertado acabaríamos con la dichosa faringitis, por otro lado si el diagnostico no era correcto la medicina seguramente ayudaría a aminorar las molestias de la dentición y pues si de plano ni uno a era correcto, al menos al fulanito se le olvidaría un poco todo el asunto gracias a las drogas.
No sabemos si fue la garganta, o los dientes o cualquier otra cosa, lo cierto es que descansamos al ver que el fulanito comenzó a aceptar comida, a estar de mejor humor y a dormir sin quejidos, esto último segurito fue porque la medicina lo dopó y por fin pudo descansar. A lo mejor también nuestra teoría funcionó y nos sentimos mucho mejor por ver que poco a poco las cosas regresan a la normalidad.
Ahora los dos dientes de arriba ya se le asoman y el chamaquito se la pasa haciendo una carita rechistosa, como de mojarra porque restriega los cuatro dientecitos y hace un movimiento de mandíbula hacia dentro y hacia fuera casi todo el tiempo. También le ha dado por morder y jalar las cosas. Ahora los dientes comienzan a tener utilidad para el fulanito, aunque no sea precisamente la de morder la comida sí le sirven para divertirse o para dar lata. Hace como que toma de un vaso mientras lo muerde y lo jala varias veces o mientras habla como el exorcista se nos abalanza a los cachetes para darnos unas cuantas mordiditas y después regresarse gateando lo más rápido que puede soltando una risita traviesa y esperando que le persigamos por todos lados, muerde pelotas, juguetes, sus zapatos y todo lo que se le atraviesa y le llega a las manos.
Las drogas todavía se la daremos un par de días, por cierto cada vez nos cuesta más trabajo darle medicina porque aprieta la boca y no hay manera de meterle nada, ni chupón dosificador, ni cuchara, jeringa o gotero que nos deje suministrarle la dosis correspondiente así que hacemos trabajo en equipo: yo sujeto manitas y Má le aprieta los cachetes para que abra la boca y le da las gotas. La dosis también ha aumentado y por lo tanto nos resulta más difícil hacer que tome toda de un jalón. Todo el chow de la toma de medicina va seguido de un episodio de llanto con harto sentimiento y hartas lágrimas mientras pone una carita de tristeza-chipilidad y huye de quien le da las gotas (ose Má), así que hay que apapacharlo un buen rato y repetir dicho episodio cada vez que le damos la dosis correspondientes, osea como cuatro veces al día.
Pues todo va mejor, ya pasamos la prueba con cuatro dientes, a ver de a cómo nos toca con las muelas porque al parecer esas salen con todo, pero mientras disfrutaremos las mordidas y ocurrencias de este fulanito latoso.
Así es esto de los dientes, es temporal, que bueno que El Fulanito ya se encuentra mejor. Saludos.
ResponderEliminarMe gusta mucho cómo escribe el papá del fulanito! Saludos al papá, la Ma y sobre todo al fulanito!!! y que todo siga mejorando
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