jueves, 21 de julio de 2011


Los terribles “casi” dos años

El fulanito lleva dos días en ser el terror en casa. Se ha vuelto súper inquieto, escala todo y después nos grita para que veamos que está en el respaldo del sillón recargado de la ventana, tira todo, no hace caso y quiere que a toda hora se haga su santa voluntad, sin duda cree que puede hacer lo que se le dé la gana. Creo que estamos entrando a los terribles dos años aunque aun no los cumpla.

Ahora sí tenemos harto para pensar que ya entramos en esa etapa porque el fulanito anda de un chipil-necio-retador que nomás nos dan ganas de ponernos a llorar con él. Y por más que Má y yo hemos leído sobre el tema y en todos lados dicen que tenemos que entender que no se porta mal porque quiere hacerlo sino que actúa según sus impulsos los cuales tiene que aprender a controlar, entendemos que la practica no es lo mismo que la teoría y de verdad creo que es un reto a nuestra paciencia.

Supongo que los terribles dos años es la edad más temida por los papás porque no sabemos cómo reaccionar ante sus impulsos o berrinches o pataletas, es decir, a su frustración por no hacer lo que se le antoja a placer. Aquí encontré algunos consejos, igual que con todo algunas cosas se podrán aplicar si es que están viviendo lo mismo que nosotros y va de acuerdo a la forma en la cual están educando a su chamaco.

-Marcar límites. Todos los niños necesitan seguir una serie de reglas para sentirse seguros. No puedes permitir que haga lo que se le antoje en algunos casos por seguridad. Antes de ir al parque por ejemplo explícale 3 o 4 normas sencillas que deberá cumplir: no pegar a otros niños, no colarse en la fila del tobogán, no quitar ningún juguete y no separarse mucho de sus papá por ejemplo

- Nunca olvides llevar al parque alguno de sus juguetes preferidos, así habrá menos opciones de que quiera los de los demás. (Aunque ya se sabe cómo son los niños, siempre quieren lo que ellos no tienen.) y podrá ayudarte mucho si es que hace berrinche o de plano quiere correr en dirección contraria a la que tú estás

- Intenta ponerte en su lugar cuando le veas enfadado o descontento porque no ha logrado lo que quería. Si le ves llorar porque no se ha podido subir al columpio, consuélale y busca una alternativa. El tratar de ponerte en su lugar podrá hacer más fácil el entender por lo que está pasando y también ayudarte a encontrar la mejor solución en ese momento.

- Nunca le grites ni le castigues o le hagas lo mismo que él ha hecho (empujarle, quitarle un juguete suyo…). A pesar de los progresos que tu pequeño ha hecho desde que nació, no debes olvidar que aún es un bebé y, por lo tanto, necesita aprender a comportarse correctamente.

Si a pesar de todo comienza con uno de sus berrinches y no hay forma de calmarlo, vuelve a casa o sal de ese lugar con él hasta que se tranquilice.

Supongo que mientras vayamos viviendo esta etapa con el fulanito podremos irles contando cómo nos va, porque no todo es malo, el fulanito es un chamaco lindo, bien cariñoso y pasamos muy buenos ratos con nuestros rounds de cariño.

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