viernes, 9 de abril de 2010

Adiós, hola...

Los abuelos paternos del fulanito están de viaje y a la Má del susodicho se le hizo una buena puntada enseñarle a saludar para que les dé la bienvenida a su regreso [descripción de la escena esperada: fulanito recibiendo a los abuelos con una manita abriendo y cerrando para decirles "hola, hola", abuelos derretidos al instante]…

Para ello, la Má del fulanito se la pasó muy buena parte de dos días abriendo y cerrando la mano para que el fulanito la imitara…Funcionó: al término de ese par de días el chamaco comenzó a saludarla de vuelta (o más bien a despedirse, porque después su Má se percató que estuvo diciéndole, a la vez que le mostraba el movimiento y en todos los tonos posibles, "adiós, adiós")…


Pero la repetición constante hizo estragos en el pobre: al tercer día, mientras comía y/o se iba quedando dormido, estiraba su mano y reproducía la despedida de manera automática (por instrumentos, dice mi Apá)…


Al cuarto día el fulanito ya no respondió cuando le decíamos "adiós, adiós"…Suponemos que se aburrió o de plano decidió que era suficiente de esa gracia (cubrió su cuota mientras comía o dormía)…


Ahora su Má está intentando enseñarle el movimiento a la inversa (manita cerrando y abriendo, en lugar de abriendo y cerrando) y diciéndole "hola, hola"…

No hay comentarios:

Publicar un comentario