El juguete de batalla…
El fulanito tiene sus juguetes de batalla… son un par y le han gustado desde que llegó con nosotros, ahora sí que de la vista nació el amor porque aún no los podía tocar pero ya mostraba interés en ellos. Su favorito y con el que se entretiene un chorro es un caballo de Learning Curve-Lamaze, que tiene hartos de colores y texturas. A principio lo colgábamos, como no teníamos con que le hicimos un amarre con un hilo dental desde la lámpara para acomodarlo justo arriba de la cara del fulanito, lo girábamos y podía verlo por horas, también lo adaptamos para traerlo en la carriola y fue una pieza fundamental para sobrellevar los viajes en la sillita del auto cuando hacía drama.
Este mismo caballo fue la emoción total cuando el chamaquito lo pudo tocar y chupar, no dejaba de sentirlo y apachurrarlo e incluso hasta de sonaja sirvió, aún le encanta chupar la pata color naranja con cascabel. Este juguetito no sólo fue la sensación del fulanito, una tarde se lo presumí a mi hermano, su Má dice que estábamos el tío y yo clavadísimos viendo y tocando el caballo, ella reía mientras escuchaba nuestro intercambio de comentarios: mira, que rico se siente… y por acá se le levanta…y aquí hace ruido… y si le apachurras suena… no manches! …Ahora este artefacto siempre nos acompaña y nos salva cuando el fulanito está inquieto.


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