miércoles, 24 de noviembre de 2010

El fulanito y poncho…

El domingo estuvimos con los abuelos maternos del fulanito. Al chamaquito le encanta ir porque juega con “el poncho” un schnauzer que fue de su Má y cuando nos fuimos a vivir juntos se quedó con sus papás, o más bien no nos lo dejaron traer porque es como un hijo más para ellos e incluso los abuelos dicen que poncho es el primer nieto…o sea es como el hermano del fulanito.

Desde que el chamaquito estaba en la panza de su Má, el poncho se acostaba junto a ella y era bien cuidadoso de no aplastarla, tenemos la teoría de que desde entonces cuidaba, olía y escuchaba al fulanito así que cuando nació no le fue indiferente y buscaba acostarse junto a él para darse sus “toques de bebé”: metía la cabeza bajo la cobija del fulanito y se queda dormido junto a él mientras se daba sus toques de olor…

Al poncho nunca le gustaron los niños, alguna vez que lo llevamos a la playa unos cuatro escuincles lo agarraron cada uno de las patitas y lo mecían, desde entonces pocas veces dejaba que se le acercaran. Contrario a lo que muchos pueden pensar el poncho tiene toda paciencia del mundo con el fulanito y hasta deja que le jale las orejas. Nosotros le tenemos toda la confianza del mundo, eso sí, estamos enseñándole al chamaco que respete cuando come y duerme, es importante que el fulanito también le de su espacio.

Este fulanito se pone como loco cuando lo ve. Según él lo imita y hace un ruidito bien agudo simulando el ladrido que le da el poncho justo cuando lo recibe en casa. Y entonces comienza la aventura para el poncho, no tanto para el fulanito que no deja de andar tras de él. El chamaquito gatea, camina, se agarra de los muebles o ve como le hace pero no deja de andar tras el pobre perro, cuando lo alcanza le gusta darle palmaditas en el lomo pero la mayoría de las veces la ansiedad le gana y esas palmaditas se convierten en buenos trancacitos que obligan al poncho a huir a donde el chamaco no lo alcanza: a la cama de los abuelos.

Al poncho le gusta mucho tomar el sol en su camita, y es justo aquí cuando el fulanito aprovecha la oportunidad y se va a acostar con él, ahí están los dos haciéndose cariñitos mientras toman el sol. Es padrísimo ver como el fulanito disfruta estar con poncho, la cara se le ilumina y tiene una sonrisa de oreja a oreja, lo abraza, lo persigue, le grita, le jala las orejas y hasta le da sus huesitos en la boca para que se los coma…le da besitos y varios abrazos. También hace mucho ejercicio porque no para un minuto y se la pasa persiguiéndolo así que es seguro que el día en que el fulanito visita a sus abuelos caerá rendido y dormirá de corrido toda la noche.

Hemos leído sobre las ventajas de tener una mascota en casa, esto ayuda un chorro a los niños. Unas de las ventajas son:

-Una mascota ayuda en la madurez, fomenta la disciplina, organización y la paciencia del niño porque le enseña el valor de adquirir un compromiso al aprender a no molestarlo mientras come o duerme, a limpiar la caja o el plato de la comida y a tratarlo con cuidado. Es indispensable la ayuda de sus padres al informarlo sobre los cuidados que necesita.

-El cuidado de otro ser le enseña a comprender las necesidades de los demás por lo que en su relación con la mascota, los chamacos tienen la posibilidad de expresar sus sentimientos y desarrollar empatía.
- Las mascotas ayudan a que los chamaquitos pierdan el miedo a caminar, es común que el niño se suelte y dé sus primeros pasos al intentar alcanzar a la mascota de la familia.

-El desarrollo motriz se produce rápidamente cuando hay un animal en la casa. Jugar con el perro por ejemplo, implica la incorporación de movimientos motrices como agarrar y tirar una pelota, correr o saltar.

-Criar un animalito ofrece también la posibilidad de aprender sobre el nacimiento, el desarrollo y la muerte.
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Las mascotas satisfacen el deseo de independencia y de apoyo de los más pequeños.

-El chamaquito aprenderá a ofrecer ayuda y protección a su animal.

- El relacionarse con un animal que ladra y gruñe, en lugar de hablar, constituye una forma de asimilar las reglas de la comunicación no verbal y desarrolla la capacidad de intuición en los niños.

Según esto, los biólogos Miho Nagasawa y Takefumi Kikusui, de la Universidad de Azuba de Japón, sostienen que “al jugar con sus mascotas las personas sufren en su interior un estallido de una hormona asociada con el instinto maternal, el enamoramiento y el placer. Se trata de la oxitocina, conocida también como la "droga del amor", que disminuye el estrés, combate la depresión e influye en la construcción de la confianza entre las personas

O sea que como quiera que lo veamos, el fulanito es feliz cuando convive con el poncho…estamos esperando a que crezca un poquito más y considerar la llegada de hermanito(a) para considerar en regalarle un perrito, estoy seguro lo disfrutará mucho…

Fuentes

Beneficios de la relación entre niños y mascotas:

http://www.suite101.net/content/los-nios-y-las-mascotas-a2440#ixzz16DJ1Wbka

http://www.cosasdebebes.com/ventajas-de-las-mascotas-para-los-ninos/

http://www.mascotas.org/mascotas/las_mascotas_y_los_ninos.html

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