viernes, 28 de enero de 2011

El agua….

El fulanito está como vuelto loco con el agua. La descubrió y ahora no hace más que buscar la manera de estar en contacto con ella, de plano va por nosotros, nos toma de la mano y nos encamina ya sea al baño o a la cocina y mientras señala la llave del agua se cuelga de una de nuestras pierna como queriéndonos escalar para que lo carguemos y le lavemos las manos. Eso es todo lo que quiere en este momento: jugar con el agua.

Incluso ha encontrado varias maneras de lograrlo. Una de ellas es ir con un vaso y pedirnos que se lo llenemos con agua, basta con que el fulanito lo sienta mojado para quedar contento y pasearse por todos lados con el vaso en la mano pero si éste se seca entonces corre a patear la puerta del baño para exigir que le pongamos más. Ahí aprovecha y mete el cepillo de dientes y se “lava” la boca pero cuando se aburre se pone a lavar sus pelotas…todas y una por una pero antes de ello va a la cocina por la toalla que tiene Má colgada en la estufa, se sienta frente a la tele y comienza con la lavadera: mete la pelota en el vaso, la saca, hace como que la seca y la avienta y así consecutivamente hasta que las pelotas se le terminan.

Cuando no queremos ponerle agua en su vasito el fulanito se las arregla y va por alguno de sus termos o mamilas, las voltea y busca la manera de sacarle el preciado líquido… entonces comienza con el tiradero de agua por todos lados porque lo derrama sobre el objeto que en ese momento quiere lavar o simplemente lo echa sobre cualquier superficie, eso sí, muy acomedido el chamaco siempre se va por la toalla a la cocina para “limpiar” el desastre que hizo.

Según me cuenta Má, hace rato el chamaco descubrió en la mesita de centro una planta que en lugar de tener tierra está en agua, el fulanito andaba ya subido en la mesa de vidrio para meter la mano y después salir corriendo con Má para darle a probar sus dedos llenos de líquido. El chamaco andaba feliz de la vida con el nuevo descubrimiento y casi se echa la planta encima con todo y maceta, así que a la hora de quitarle el nuevo juguetito el fulanito lloró y lloró y andaba con todos los cachetes mojados queriendo alcanzar la planta sin tener éxito alguno…

Y así andamos ahora con el agua. La disfruta en la lavadora, a la hora del baño, mientras la toma en la mamila, cuando se lava los dientes y hasta en lugares en lo que no debería de andar metiendo la mano, ahora el centro de su universo es el agua y los ojos se iluminan por completo cuando la toca y quiere compartirnos esa felicidad animándonos a juga con él…

1 comentario:

  1. A estos niños les encanta el agua... El mio (claro ya tiene casi 4 años), le encanta "lavar la loza (los trastes de la cocina)", le gusta regar las plantas, y bañarse en bañera, no en ducha, claro asi se sumerge en el agua y chapotea a gusto... ya verás como va el tuyo!

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