martes, 24 de mayo de 2011

¡¡Tá allá….tá allá!!

Este fin de semana el fulanito, Má y yo fuimos al domo del Museo del Papalote. Cada que el fulanito veía el anuncio en la tele se ponía como loco a gritar, a señalar, a bailar y cuando el comercial acababa el chamaco se tiraba al piso haciendo drama mientras pedía más. Así después de dos intentos fallidos y sin vacaciones o puentes a la vista me lancé a comprar los boletos el sábado temprano para la última función. Todo este asunto de la luna, el sol y las estrellas le provoca cierta fascinación al fulanito por lo que desde la llegada se volvió loco ya que en el piso de la entrada de la sala hay una simulación de estrellas, por lo que el chamaco estaba clavadísimo tirado en el piso viendo la luz a través de cada hoyito… fue una verdadera bronca meterlo a ver la película.

Ya dentro y tomando su respectiva lechita comenzó la función y el fulanito estuvo súper atento bien sentado en la butaca, la cual teníamos que sostener para que no se le fuera encima, estuvo padrísimo porque se la pasó la mayor parte del tiempo agarrándome la mano por la emoción que le dio. Vimos un corto sobre la importancia del agua y el chamaco se la paso señalando con hartas ganas mientras brincaba en el asiento gritándoles a los “pipis” al “aba” y a su Má y a mí para compartir lo que veía en ese momento.

El punto culminante fue cuando el chamaco vio la luna y se puso a interactuar con los personajes de la película, así cuando preguntaron ¿dónde está la luna? el fulanito de plano se puso a brincar y acabó sobre mí mientras señalaba y gritaba con todas sus fuerzas “ta´allá, ta´alla, ta´ allaaaaaa” . Puso harta atención a todo lo que decía y seguía con mucho interés cada detalle.

Al terminar la función nos pasamos al pastito de enfrente a darle su primer paseo por Chapultepec. El fulanito jugó con su pelota y hacía todo lo posible por aventarla bien arriba cada que veía un avión, después caímos en cuenta que su intención era derribarlo, pero como no le atinaba terminó pidiéndome que yo aventara la pelota y me señalaba el objeto a derribar. Estuvimos un buen rato jugando y corriendo por todos lados.

La primera visita formal al cine fue todo un éxito, fulanito comienza a pedirnos muy a su manera ver las cosas que le interesan y nos enseña a disfrutar de esa espontaneidad y entusiasmo por todo lo que le gusta, a mi me encanta que se permita sentir esa emoción, demostrarla y aún más que las comparta con nosotros

1 comentario:

  1. Que lindo que lo hayan llevado al cine, a mi hija todavía no me atrevo a llevarla creo que se asustaría un poco, pero cuando ve dibujitos se concentra mucho. Está grande el fulanito, se ve en las fotos. Y además da a entender lo que quiere, ahí uno se da cuenta que desde pequeños los niños saben lo que les gusta y hay que saber poner atención en eso. Muy lindo paseo, felicidades!

    @mamainexperta

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