lunes, 13 de septiembre de 2010

Su majestad, el fulanito

El fin de semana fueron días de harto ajetreo para el fulanito, cada fin visitamos a los abuelos maternos y paternos así que el chamaco convive con toda la familia. El sábado aprovechamos para dejarlo un ratito y salir Má y yo al cine. Sus abuelos tenían visitas por lo que el chamaquito se llevó la tarde con sus gracias, le hacía ojitos a quien se lo pidiera las veces que se lo pidieran, bailaba, saludaba, platicaba e incluso hasta se peleó con una amiga de los abuelos.

Resulta que el chamaco quería tirar cuanta cosas estuviera en la mesa de centro ya fuese juguete, vaso o las botanas y para evitar que eso sucediera la amiga de la abuela quitaba todo cuando el fulanito pudiera romper pero el chamaco ni tarde ni perezoso comenzó a echarle bronca… le gritaba (en serio con ganas hasta ponerse rojo del esfuerzo), le hacia ojos de odio y no dejaba que lo tocara y todo esto lo repetía cada que la veía o ella pasaba frente al fulanito así que el rencor contra ella por evitar que hiciera sus travesuras le duró toda la tarde y no dudó ni un momento en demostrárselo… y así se estuvo, a ratos haciendo sus gracias y a ratos peleando…

Ni falta decir que el chamaco llegó rendido a casa listo para descansar toda la noche y recobrar fuerzas para el día siguiente, día de visita con mis papás. Generalmente salimos a comer así que el fulanito anda de un lado para el otro con los abuelos, ya sea en el restaurante o la plaza comercial o si no existe otra opción la banqueta suele ser un buen lugar para que el abuelo salga a caminar con el fulanito casi siempre seguidos de la abuela y a veces el tío.

Como el fulanito ya quiere caminar o gatear es imposible tenerlo sentado así que prácticamente abuelos y tío se turnaron para traerlo de un lado a otro de acuerdo a los deseos de su majestad el fulanito, que si caminaba que si le daban pollito, que si salían a pasear, que si mejor le lanzaban la pelota o si no lo alzaban para ver la luz o simplemente dar unos pasitos por todos lados…el fulanito y los abuelos anduvieron bien ajetreados toda la tarde hasta que el chamaquito dio tregua de 10 minutitos para tomar su leche y después comenzar de nuevo con su relajo…

Y así nos la llevamos los fines de semana con su majestad el fulanito robando la atención y disfrutando de los cariños de abuelos y tíos mientras se los hace como quiere…





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