viernes, 28 de mayo de 2010


¡El fulanito las trae!

Al fulanito le gusta harto correr…aún no camina pero ya hace como que corre y mueve sus piernitas en el aire con rapidez cuando lo cargamos y hasta nos persigue de un lado a otro, lo disfruta muchísimo!

Así todas las noches jugamos a las correteadas y el chamaquito va tras de mi un rato…luego lo persigo yo, después su Má nos hace el quite y el fulanito se la pasa mueve que mueve las piernitas harto rápido y gritando un chorro de puritito gusto. A veces muerde su labio como señal de esfuerzo porque quiere alcanzarnos y a veces hasta saca la lengua dejándonos ver que le echa hartas ganas a su corrida.

Igual le gusta de ir tras su medio hermano canino cuando lo ve, le gusta colocar sus piecitos en el lomo y casi automáticamente comienza a mover las piernitas, su medio hermano se cansa y se va, pero el fulanito lo busca para jugar, le grita y se echa señoras carcajadas que terminan por fastidiar al pobre perro quien acaba escondiéndose bajo la mesa…mientras el chamaquito intenta seguir con la perseguida…

También corre sobre cualquier superficie, en especial sobre la cama o el sillón, y si puede patea cualquier objeto que se le atraviese. Ya hasta le enseñé a hacer el “moonwalk” y le sale mejor que a mí sin duda… a este chamaquito ya sólo le hace falta bailar Ice ice baby…

jueves, 27 de mayo de 2010

Esto sí, esto no…

El fulanito es un chamaquito bien vivo y aprende de volada. Es una esponjita. Hasta hace poco pensamos que hacía las cosas cuando el quería… apenas ahora repite el saludo que su Má le enseño hace ya un par de meses. Según nuestro libro gurú del bebé lo hizo hasta ahora porque ya entiende que alguien se va pero también regresa y el saludo hola-adiós ya tiene un significado para el chamaquito. Nosotros caímos en cuenta que no hace las cosas cuando quiere, las hace cuando tienen sentido para el fulanito y no para quienes nos aferramos a que haga alguna gracia. Ahora tratamos de enseñarle cosas que van acorde a su desarrollo y a lo que le "toca cada mes".

















Má y yo coincidimos en darle la libertad de explorar las cosas que le interesan, animándolo si algo no le convence del todo pero también le hacemos saber que las cosa que le prohibimos son para cuidarlo. Es importante que entienda que existen límites. El fulanito es un niño rodeado de un chorro de cariño por eso a veces es muy fácil que lo papachemos de más y seamos muy condescendientes con él, pero no queremos para nada un chavito chiqueado...

Así por ejemplo casi todas las noches al fulanito le dejo meter su mano en mi vaso, le encanta meter el pulgar y tocar los hielos, pone una carita padrísima de asombro por su descubrimiento pero no dejo que lo jale porque podría tirarlo y lastimarse. O sabe que antes de dormir jugamos, lo papachamos, vemos la tele…pero la hora de la dormida es la hora de la dormida...ahí no hay de otra. El fulanito ha respondido muy bien, salvo sus episodios de drama no hemos tenido mayor problema, al menos hasta ahora…


miércoles, 26 de mayo de 2010

La periquera del fulanito

El fulanito lleva cerca de dos meses comiendo sólidos, por lo que su Má cree que es indispensable comprarle una "periquera". Esto significa que hemos andado nuevamente de tienda en tienda viendo cantidad de sillitas de todas las marcas, modelos y precios… al parecer la idea es que no sólo sea cómoda y segura sino que pueda durar bastante tiempo para que el fulanito no la deje al mes y tengamos que comprar otra porque ya no cabe…

Su Má es la que esta viendo todo lo de la compra, primero pensó en una de madera para que combinara con los muebles pero resulta que no tenía ni cojín ni tirantes para que sostuvieran al fulanito, así que no resultó ni cómoda ni segura. Hemos visto de plástico y madera con colchón, sin colchón, con ruedas, plegables, convertibles en mesitas y hasta sillas empotrables tanto a la mesa como a las sillas de nuestro comedor… los precios varían mucho van desde $700 hasta más de $3,000 y seguro hay más caras. Aún no decidimos. No queremos dejar a un lado la seguridad por precio o comprar alguna que no nos sirva y hayamos pagado un dineral por ella.

Así que esto de elegir la mejor sillita no ha sido tan sencillo como parecía. En cuanto decidamos cual es la que nos convenció por seguridad, espacio, precio y durabilidad les avisamos, mientras seguiremos buscando sillitas durante todo este fin de semana.

martes, 25 de mayo de 2010

Las corajinas del fulanito…

El fulanito comienza a interactuar más con las personas que le rodean, pero también se da cuenta que nos puede hacer como quiere… llora poquito o grita un tantito y ahí estamos todos para hacer hasta lo inimaginable y atinarle a lo que el chamaquito se le antoja en ese momento.Además estamos en un punto en el que comienza a hacer berrinches y apenas está por cumplir 8 meses…uff…

El fulano éste protesta por cuanta cosa afecte sus intereses, le corte la inspiración y/o las ganas de explorar. Su queja consiste en pegar un grito, arquearse y aventarse con fuerza hacia atrás sin importar si está en brazos, en cama o en su sillita… incluso si está en la cama todavía avanza como gusano arrastrando la cabeza y como parte de la defensa a sus intereses hace ruidos que sólo el sabrá lo que quieren decir… y por el momento está bien que sólo él lo sepa…



Pero también este fulanito ya le halló el modo para evitar los regaños. Alguna vez mientras lo cargaba vio que en el librero había varios frascos. El chamaquito no esperó ni un segundo para aventarse y con su manita tirar todo, pero antes de que pudiera decirle algo ya me veía con una linda sonrisa bien dibujada que tan sólo dejaba ver una alegria tremenda por el triunfo adquirido...

y yo hemos decidido entrarle a la disciplina porque no queremos un fulanito berrinchudo. Lo que hacemos es explicarle las cosas de manera tranquila y cariñosa pero firme, siempre le explicamos el porque no le dejamos hacer ciertas cosas. No sé si el fulano nos entiende del todo pero hasta ahora el fulano reacciona poniéndolos atención y cuando terminamos con dicho método decide agarrar cualquier otra cosa que se encuentre en el camino.

lunes, 24 de mayo de 2010

Sorpresa…

(Escrito por Má)

El del fulanito y yo tuvimos una muy buena experiencia con el blog por lo que le pedía a que me dejara escribir ésta vez con el fin de reconocer los relatos que ha hecho casi a diario sobre nuestro chamaco.

Hace unas cuantas entradas al blog subió información sobre el chupón dosificador de Safety 1st y la manera en cómo nos ayudo a que el fulanito tomara sus medicinas de manera segura…pues resulta que la gente de Safety 1st vio nuestro blog!! Les gustó mucho el post y nos hizo llegar el termómetro chupón para cuando haya que tomarle la temperatura al fulanito. Así que queremos agradecerles el detalle.

Por suerte el fulanito no se ha enfermado pero sé que este termómetro chupón es súper confiable, muy cómodo para usar y bien práctico. Es igualito a cualquier otro, no varía el tamaño ni el material pero tiene un aditamento dentro del chupón que toma la temperatura y en la parte posterior tiene una pantallita que muestra el resultado en sólo minuto y medio. Cómo mamá suelo ser media paranoica con cosas como la temperatura porque sé que si no se controla a tiempo puede tener serias consecuencias para el chamaquito, así que no dudo nos será de mucha utilidad.

Ha sido una linda sorpresa porque quiere decir que el trabajo que ha realizado a través del blog sobre nuestra vida con el fulanito ha sido consultado por mucha gente e incluso puede ser de utilidad para nuevos papás…y nosotros hemos podido compartirles la luz y sonrisas que este chamaquito nos ha regalado…


viernes, 21 de mayo de 2010

El primer viaje con fulanito (última parte)

El fulanito ya extrañaba su casa, aunque se portó muy bien estos días y se aventuró a explorar cosas nuevas, de regreso en el aeropuerto se nos descompuso. No quería nada, ni dormir, ni estar sentado, ni que lo cargáramos, no quería agua…se puso como borrachito imprudente tomaba la mamila entre sus manos y la golpeaba contra la mesa, gritaba y estaba punto de tirarse al drama… Su Má y yo no sabíamos que hacer, lo cargaba uno, lo paseaba el otro y nada funcionaba.


Cuando llegó la hora de abordar creímos que el vuelo iba a estar del terror si el fulanito seguía así, de hecho hubo un niño que lloró todo el camino y no paró ni para tomar aire, no queríamos lo mismo, por suerte no fue así. El fulanito se portó muy decente, anduvo incomodo pero pudimos distraerlo. Lo que más nos ayudó fue que su Má y yo estuviéramos tranquilos para que él lo sintiera y pudiera calmarse, lo que hicimos fue hablarle bajito al oído y así sobrevivimos.

El fulanito ya extrañaba su casa porque llegando le cambió por completo el semblante, sonrió, platicó y dejó la impertinencia a un lado. Nuestro saldo para ser el primer viaje con todo y chamaquito fue muy bueno, tanto que ya estamos planeando la siguiente parada.

jueves, 20 de mayo de 2010

El primer viaje con fulanito (día 3)

El fulanito despertó muy temprano, dormía en una cunita que nos prestaron en el hotel, su diversión era agarrarse de los barrotes y jalarse. A diferencia del día anterior, nos levantamos temprano y llevamos al fulanito al mar. No puedo decir que le gustara pero sí le llamó mucho la atención el ruido que hacían las olas y contrario a lo que pensamos no se comió la arena, está no le gustó mucho y subía sus piecitos en cuanto la sentía.

Ya más entrado el día, el fulanito tuvo su primer encuentro otoñal con una huésped del hotel, una señora que muere por ser abuela pero, según nos dijo, sus hijos no se animan. Nos pidió cargar al fulanito y éste bien comodino se quedo recostado agustísimo con su "amor otoñal" quien no lo soltó ni un momento. En lo que el chamaquito estaba con su conquista y su Má se preparaba para ir a la alberca yo aproveché para echarme otra nadada, así que le avisé a Má y ni tarde ni perezosa la conquista del chamaco le dijo a Má: si quieres vete con él, yo se los cuido, con confianza… (¡Ajá! ¿En verdad creyó que íbamos a dejarle a nuestro fulano?) Su Má y yo no supimos que decirle pero por supuesto que no dejamos ni un momento al fulanito…Todo este día y el siguiente nos encontramos a al "amor otoñal" del chamaco, quien se deshacía en piropos y cariños para él, pero nosotros no soltamos para nada!


La tarde de éste tercer día avanzó sin novedad, más paseos por el mar, tomada de fotos y video y el fulanito seguía durmiéndose en cuanto sentía algo de movimiento y calorcito cuando lo cargaba…

miércoles, 19 de mayo de 2010

El primer viaje con fulanito (día 2)



El fulanito despertó hecho una sopa, durmió muy tarde pero bien. A penas nos levantamos tuvimos una sola misión: llevar al fulanito al mar, pero aunque quisimos la preparación para salir con todo y chamaquito no nos dejó emigrar tan temprano ni tan ligeros como queríamos…

Desde que el fulanito se subió al elevador causó sensación entre los huéspedes, ataviado con su traje de baño y su gorrito para el sol no dejó de sonreír y saludar a todo el mundo en todos lados. Bajamos a desayunar y mientras su Má le daba Gerber yo iba por el almuerzo de ambos. Para terminar el fulanito me acompañó por unos hotcakes tibios calentados al vapor, al ver lo que llevábamos en el plato el chamaco quiso investigar y se le ocurrió tocar los panquecitos… inmediatamente quitó la manita y me volteó a ver con una cara llena de desconcierto y asombro, los tocó de nuevo repitiendo la misma acción: quitar la manita y voltearme a ver con la misma cara y así lo hizo una y otra vez hasta que el objeto explorable se enfrió y perdió su chiste…

Después del desayuno nos fuimos a guardar un rato porque el sol estaba harto fuerte y teníamos que cuidar al fulanito, si no nos la veríamos después con los abuelos y son cuatro! Así que encontramos una cama-palapa y el fulanito y yo nos pusimos a leer un rato mientras nos daba la hora de meternos al agua… dormimos, leímos, tomamos electrolitos sabor uva súper rebajados por Má, nos volvimos a dormir…volvimos a meternos al agua…y así nos la pasamos todo este día hasta que subimos al cuarto a prepararnos para la cena. El fulanito durmió mejor, unas cuantas volteretas en la cama sirvieron para terminar de cansarlo y cayera rendido hasta el día siguiente.

martes, 18 de mayo de 2010

El primer viaje con fulanito (día 1)


El fin de semana pasado el fulanito su Má y yo nos aventuramos a la playa. Le traía unas ganas de llevarlo al mar para que lo conociera y nos lanzamos a Cancún. Nuestra aventura de la primera salida con niño incluyó un montón de consejos por parte de los cuatro abuelos y una súper maleta. En principio armarla fue toda una proeza porque llevamos cuanta vacilada pudimos: pañales (por cierto ocupaban casi un tercio de la maleta porque el fulanito usa dos diferentes: los BioBaby en el día y Kleenbebé por la noche), gorritos para el sol, Gerber para tres días, cereal, cobija, pañaleros, juguetes, electrolitos sabor uva y no podíamos olvidar su almohadita para evitar el reflujo. Nuestra labor costó harto trabajo pero al final pudimos acomodar todo en un solo bulto.

Yo tenía algo de pendiente por el despegue del avión, no sabía como iba a reaccionar el fulanito, si lloraría mucho o que sentiría, pero para nuestra sorpresa este chamaquito se portó re-bien, aguantó la onda del despegue y aunque volamos de noche no se puso rejego y se la pasó conociendo a los vecinos de asiento: una pareja de orientales que estaban fascinados con las risas y pláticas del fulanito y un señor con un sombrero de norteño sentado en la parte de atrás que al chamaco le llamaba harto la atención. No lloró para nada a diferencia de otros dos bebés que viajan en cada uno de los extremos.

Cuando llegamos a Cancún el calor estaba bárbaro así que le dimos al fulanito un shot de electrolitos sabor uva sin rebajar, se aventó tres onzas de un jalón…sobra decir que el chamaco se puso demasiado contento y en la euforia por consumir azúcar nos hizo muy leve la espera del transporte que tardo casi ¾ de hora a eso de las 12 de la noche con un calor de casi 36°: el fulano se la pasó corriendo en el aire, gritando y riendo mientras correteaba por toda la banqueta, yo lo asomaba por el extremo de una columna como jugando a esconderse y el fulano se emocionaba todo, gritaba y se me escondía en el cuello esperando la siguiente asomada para encontrar a su Má…

La bronca vino después, el azúcar difícilmente dejó que el fulanito conciliara el sueño… a eso de las 2 a.m. nosotros seguíamos viendo como el fulano reía, daba vueltas en la cama y gritaba esperando que le contestáramos para seguir jugando…





lunes, 17 de mayo de 2010

El fulanito y las mamilas…

Cuando el fulanito llegó trajo consigo un chorro de cariño y regalos por parte de toda la gente que lo quiere, pero a pesar de la gran cantidad de regalos que recibimos nos comenzaron a hacer falta cosas que durante la marcha tuvimos que comprar, como por ejemplo las mamilas. Aunque Má le daba de comer, tuvimos que salir un par de veces y dejarlo con las abuelas y ello implicaba siempre una o dos tomas de leche. Las mamilas, al igual que el chupón, fue un verdadero relajo elegirlas porque su Má se emocionó toda y compro varias de la misma marca, en todos los tamaños habidos y por haber…todo para que el chamaco no las aceptara… escupía la leche, jugaba con el chupón, hacia como que tomaba pero sacaba la leche por otro lado o de plano no dejaba de llorar y se quedaba sin comer. El fulanito sólo quería tomar leche de su envase original…

Un día su Má fue a comprar un chupón para el susodicho y vio una mamila de la misma marca,
NUK y pensó que el fulanito podría aceptarla porque el chupón de ésta tiene la forma del pezón y está hecha de un material muy suavecito que se amolda a la nariz del chamaco. Pues sí, le pusimos agua y el chamaco la aceptó de volada, ahora es la única mamila que usa para tomar sus electrolitos sabor uva…porque resulta que tampoco le agrada mucho el agua…

Má y yo decidimos que cuando necesitemos algo para el fulanito iremos comprando de a cosa por cosa para probar y sólo si el chamaco lo acepta bien, sólo hasta entonces, seguimos con esa misma marca porque eso de emocionarlos y comprar cosas a lo loco como que no nos funcionó…




viernes, 14 de mayo de 2010

El fulanito es un changuito…


El fulanito juega harto con sus pies, como un changuito. Mientras está acostado pensando en la inmensidad de quiensabeque se agarra los pies con las manos, los mueve, los pellizca, se voltea como boyita de un lado pa´ el otro e incluso se chupa el dedo gordo de cualquier pie, está actividad ha sido una de su favorita las ultimas semanas, no deja de hacerlo y lo disfruta un chorro.

También usa sus pies como herramienta, cuando algo le queda muy lejos no duda en extender el pie y sus deditos con la intención de prensar el objeto deseado y jalarlo hacia él, incluso está dispuesto a dar una marometa para lograr su propósito… jala lo que sea, la caja de las toallitas, sus juguetes, el control de la tele, una almohada en fin sus posibilidades son infinitas. El otro día su abuela materna (la Má de su Má) estaba asombrada por como el fulanito se ha hecho un experto en pasar la pelota a sus manos con los pies, lo que hace es acercar el juguete con sus pies, con estos lo prensa y lo coloca en las rodillas lugar donde sus manos alcanzan perfecto la pelota, su abuela repetía y repetía el juego para poderlo ver bien asombrada.

jueves, 13 de mayo de 2010

Es un valiente (parte 2)

Al fulanito le tocan las vacunas casi cada dos meses. Las primeras que les puso el pediatra nos salieron un ojo de la cara así que decidimos ir al centro de salud para aprovechar ese servicio. La segunda dosis le tocó a los cuatro meses y se repitieron las vacunas: la pentavalente, el neumococo y el rotavirus. Llegamos con el fulanito a la clínica y contrario a lo que pensamos no había nada de gente, fue el primerito en pasar después del registro con la enfermera nos preparamos para los piquetes, la experiencia previa nos decía que iba a ser una salvajada.

El fulanito llegó bien platicador como es su costumbre, sólo que esta vez le tocó enfermero que por cierto, estaba muy de malas y se la pasó renegando todo el tiempo mientras nosotros rogábamos que tuviera mano suavecita para que no lo lastimara… y el chow comenzó, ahora fue más lento porque sólo el enfermero geniudo le puso las vacunas: le bajamos su pantaloncito, previo regaño del susodicho por no quitarle la ropita cuando y como él quería y orales! va la primera inyección…muy a nuestro pesar el fulanito la sintió y bien, soltó un llantito y le dejó caer la siguiente y entonces si vino la bronca porque el fulanito lloro y como ya era un experto en no dejar que entrara nada a la boca las gotas fueron el meollo del asunto. Su lo sujeto muy fuerte y el enfermero le abrió la boca y de plano se la clausuró con la mano para que no dejara salir nada de la pócima esa…el chamaquito en cuanto pudo soltó un buen grito, pero nomás vio que la otra enfermera le sonrió un poquito y no pudo evitar ser un coqueto…contestó a la sonrisa y se olvidó de las experiencia…por fortuna.

Nos dieron diferentes instrucciones a las que el pediatra nos recomendó así que decidimos hacerle caso a nuestro doctor pues ese método ya había sido probado y aprobado. Esta vez el fulanito anduvo harto molesto por los piquetes que el enfermero geniudo le puso y no se dejaba tocar las piernitas, no cabe duda que este fulanito es un valiente.

miércoles, 12 de mayo de 2010

La exploración terrestre del fulanito

El fulanito todavía no gatea pero eso no es impedimento para que se de a la fuga y busque todo aquello que le llama la atención, lo que hace es rodar y rodar y rodar como si fuera un tornillo y así se dirige hacia lo que quiere tocar o para su mejor exploración, chupar. Realmente no le importa mucho la superficie en la que se encuentre lo mismo rueda en la cuna que en la piernas de quien lo cargue e incluso intenta poner en practica esta nueva habilidad en cualquiera de sus sillitas, incluyendo la del coche. Su leyó que estas rodadas son la fase previa al gateo (que comienza más o menos a los 8 meses) de esta manera descubre sus piernitas y más adelante las coordinará con brazos y espalda así que esperamos que en cualquier momento empiece con la gateada y entonces sí se nos de a la fuga.

Hace poco el chamaquito no se hallaba por el calor y decidimos ponerlo en el piso sobre su respectiva alfombra/ tapete Chicco para que no se acalorara. Anduvo feliz de la vida yendo y viniendo con esas vuelteretas, tocaba los pies de la silla y después agarraba vuelo para llegar a las patas de su tina, cuando vio que su cuna estaba justo enfrente se encarreró para llegar a ella y sacar los pañales que están en la parte de abajo, así estuvo un buen rato explorando su cuarto de extremo a extremo hasta que quedó agotado de tanto ajetreo. Ahora y yo nos preparamos porque todo el asunto pinta para que este fulanito sea un pingo de lo pior.

martes, 11 de mayo de 2010

Esta sí, esta no…

Al fulanito le gusta harto la música. Desde que su estaba embarazada ya escuchaba un par de canciones e incluso nos iba guiando para saber que ponerle y que no. Alguna vez fuimos a una boda y descubrimos que no le gustó para nada el órgano ni la música de iglesia porque cuando la escuchó luego luego la panza de se puso muy dura y ella se sintió incomoda, en cambio nos dejó saber que la música acústica le gustaba mucho porque se movía con mucha calma, se relajaba tanto que hasta caía dormida.


Un día íbamos los tres en el coche camino a no se dónde y escuchábamos Van Halen, al fulanito le gustó tanto el grupo que se puso a dar vueltas y a rebotar como loco entre el poco de espacio que quedaba en la panza, rebotaba tanto que de plano nos apagó el estéreo porque no aguantó el ajetreo del chamaco.

Y así poco a poco el fulanito nos ha dejado saber que música le gusta. Para el baño -que a principio nos costó mucho relajarnos y disfrutarlo- le ponemos a Jack Johnson y en particular Banana Pancakes le encanta para quitarle la ropita, se pone como loco a mover piernitas y a dar de gritos en unas partes de la canción mientras lo dejamos en cueros, en otras sonríe mucho, tanto que su y yo llegamos a la conclusión de que el fulanito será stripper cuando crezca…


jueves, 6 de mayo de 2010

Los cariñitos del fulanito

Mientras más crece el fulanito cada vez se relaciona más con nosotros y sus abuelos, ya no sólo nos platica también se involucra con todos aquellos que le rodean mientras su curiosidad está presente todo el tiempo. Entre sus actividades favoritas se encuentran tocar la cara para conocernos, a veces es de manera muy delicada pero en otras la ansiedad se apodera de él y sus deditos son utilizados para probar la resistencia de nuestra piel, o para checar que tanto aguantan nuestros ojos sus uñitas e incluso el fulanito hace pruebas para saber que tan alto es nuestro umbral del dolor al fijar fuertemente sus uñitas en la parte interna de los brazos y el cuello.

Pero no siempre nos pone a prueba, muchas veces nos regala una caricia e incluso el fulanito creo ya su propia versión del acto besar: nos toma con ambas manos muy duro y acerca su boquita a la cara, el lugar no es muy importante, donde caiga es bueno, nos apachurra contra el fuerte fuerte regalándonos un beso mojadito…

miércoles, 5 de mayo de 2010

Los cuentos del fulanito



Al fulanito le gustan los libros, casi todos los domingos me siento con él y juntos vemos el periódico, aunque más que ver las revistas estas acaban desbaratadas porque al chamaquito le encanta deshojarlas, así que en menos de cinco minutos entre manotazos, sacadita de lengua y hartos gritos las revistas acaban deshechas. Esto no quiere decir que no le gustan los libros, a su abuela (osea mi Má) le gusta leerle cuentos. Alguna vez le llevó el libro Cars de Disney, la abuela no pierde la oportunidad de sentarse con el fulanito a describirle cada uno de dibujos del libro mientras el chamaquito pone atención…aunque sea sólo por unos minutitos porque después quiere ir pasando las hojas más rápido o no deja de golpear el libro con sus manos o cualquier otro objeto que encuentre cerca.

Otro libro que le llamó un chorro la atención es un pequeño álbum que le armó su Má con fotos de los abuelos y nosotros. Al fulanito le gusta la textura y darle vuelta a las hojas… puede estar un ratote con ese álbum y poniendo atención a los colores y al ruido que hace el papel del librito.

martes, 4 de mayo de 2010

El fulanito es un valiente

Cuando el fulanito cumplió dos meses fuimos al pediatra a consulta de rutina para medir peso y talla, en se momento su y yo decidimos aplicarle las vacunas correspondientes: la pentavalente la cual incluye polio, difteria, tosferina, tétanos e influenza tipo B, la vacuna contra el rotavirus y el neumococo.
















Debemos de confesar que nunca su
pimos como iba a ser el asunto, no sabíamos bien a bien cuales eran inyectadas y cuales se le darían al chamaco en gotitas, así que el chow empezó; como ya lo habíamos vestido el pediatra le quitaba el mameluco mientras la asistente preparaba las vacunas, yo lo sostuve porque a su Má le dan miedo las inyecciones y estaba un poco nerviosa. Así el doctor con una jeringa en mano y la asistente con la otra jeringa ¡zaz! que lo pican al mismo tiempo en cada muslito y cuando el fulanito quiso pegar un grito –más por no saber que pasaba que de dolor- que le meten las gotas… Nosotros estábamos más espantados que el mismo chamaquito, incluso creímos que había sido una salvajada pero el fulanito fue un valiente, tan pronto lo cargué dejó de llorar, volteó a ver al pediatra y le echo una mirada retadora…

Por suerte nos hemos hecho amigos de las gotitas contra el dolor y luego luego se las dimos para evitar efectos secundarios, funcionó muy bien porque el fulanito durmió como pocas veces lo hizo a esa edad.

lunes, 3 de mayo de 2010

El fulanito tiene el control

Un buen día al fulanito le llamó la atención el control de la TV, al verlo en el sillón se lanzó por el y comenzó a apachurrar todos los botones al mismo tiempo y no quería soltarlo, mientras tanto su Má y yo veíamos la tele con el menú a media pantalla o subía tanto el volumen que hasta el vecino podía escuchar el programa que veíamos o de plano la tele quedaba con el mute puesto por un rato y es que este chamaco no soltaba el control por nada, incluso llegó a apachurrar y a hacer funcionar nuevamente teclas que ya no servían.


Se nos ocurrió entonces darle un control de los tantos que tenemos y ahí y que ya no utilizamos, así que previamente lavado y desinfectado el fulanito recibió el control y creímos que era lo mejor que pudimos haber hecho porque nos dejaría ver con calma la tele y además podía estar horas clavado en los botones. Nunca pensamos que el chamaco podría reconocer perfecto los controles en casas de los abuelos y menos aún que los quisiera para él, así que ya se echó su primer round con el abuelo por el control y no cedió hasta que lo tuvo en sus manos, y así volvimos al principio: a ver la tele con el menú a media pantalla y con el "mute" puesto durante varios minutos.