martes, 7 de diciembre de 2010

Escenitas...

El fulanito se ha vuelto medio berrinches, más que querer “tomarnos la medida” nos damos cuenta que es porque vive una gran frustración cuando le prohibimos hacer algo que en ese momento es lo más importante del mundo para él. Así que ahora le ha dado por hacernos tremendos panchos que bueno….se avienta al piso, manotea, grita y de plano se pode a dar vueltas de un lado para otro esperando le demos aquello que quiere… pero en verdad que hay cosas que no podemos darle o permitirle por seguridad.

De plano Má y yo lo dejamos que haga su relajo solito siempre supervisando que no se vaya a lastimar, cuando al fulanito se le olvida porque estaba enojado regresa con nosotros como si nada hubiera pasado. Según esto el fulanito ya sabe perfectamente lo que significa "no" e incluso, si quiere porque el chamaco es bien necio, puede cooperar con nosotros, sin embargo aun no está listo para manejar el enojo y la frustración cuando un adulto no coopera con él, no comprende las razones de esa emoción y el porqué no hacer las cosas que quiere hacer.

El evitar que el chamaquito haga berrinche suele ser algo que nosotros e incluso él mismo no puede controlar, la frustración y enojo son emociones que aun no sabe cómo manejarlas e instintivamente el berrinche hace acto de presencia… ahora al chamaco la ha dado por hacer una escenita por cualquier cosa, que a lo mejor para nosotros es insignificante pero para él es lo más importante del mundo. Es complicado pero en lo que el fulanito aprende a manejar sus emociones y a entender razones es importante evitar que pueda lastimarse, encontré en por ahí en una de tantas páginas unos consejos para sobrellevar estas embarazosas escenas:

No intentes discutir. Mientras la rabieta dura, el chamaco no te pondrá atención, mejor espera a que termine y después podrás explicarle lo que quieras.

No le grites. La rabia y el enojo suelen ser contagiosos y puede ser que uno acabe enojado junto con el chamaco, es importante no formar parte del berrinche, si uno lo hace probablemente lo prolongarás ya que cuando se calme se dará cuenta del tono enojado de tu voz y comenzará de nuevo.

No dar ninguna recompensa ni ningún castigo por una rabieta. El chamaco debe de entender que un berrinche no cambia las cosas, ni a favor ni en contra, así que uno debe de mantenerse firme y si decidimos que el vaso de vidrio es peligroso y no se lo prestamos porque lo puede tirar, mantén tu palabra antes, durante y después del berrinche, así no podrá asociar ese comportamiento con obtener lo que desea.

No dejes que las rabietas en público te hagan sentir mal. Muchos le tememos a los berrinches en público, la gente suele juzgar y criticar pero la realidad es que uno no sabe realmente del asunto hasta que lo vive. No dejes que tu chamaco sienta esta preocupación. Si dudas en llevarlo algún lado para evitar que tenga una rabieta porque quiere dulces, o si lo tratas de forma extra cuidadosa cuando hay visitas por si el trato ordinario provoca una explosión, se dará cuenta de lo que está pasando. Una vez que tu chamaco se dé cuenta de que sus enojos genuinamente incontrolables tienen un efecto en tu comportamiento hacia él, es probable que aprenda a usarlos y entre en un estado de rabietas semi-deliberadas típicas de niños de cuatro años cuyas rabietas no se han manejado con eficacia.

Podemos dar todo tipo de tips y consejos e igual a la mera hora a uno se le olvida que hacer y el instinto siempre gana, lo que sí es un hecho y lo veo con el fulanito es que es bien difícil ser un bebé que no sabe qué hacer con ese tipo de emociones. También es difícil ser papá y no saber cómo responder ante esta situación… lo que si estoy seguro es que quiero que el fulanito esté bien y siempre trataré de hacerle más llevadero este asunto de crecer, conocerse e interactuar son su medio y emociones.

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